“Otro lugar, un mismo corazón” Este fue el lema de la JPJ del
Rocío 2013, sin duda una frase que lo resume todo de la mejor manera. Hemos
sido muchos jóvenes, de diferentes lugares los que hemos asistido a este
macro-encuentro, qué sin duda alguna, ha sido increíble, impresionante e
inolvidable. Fue la Diócesis de Sevilla la más aclamada de entre todas.
Después de un pequeño viaje con
mas jóvenes en el autobús, comenzamos el camino de los Llanos hacia la aldea,
iniciada por una cruz que abría camino de la Diócesis de Sevilla, sin duda, la más
creativa y devocional, pues llevaba miles de estampitas de los Titulares de
algunas de las Hermandades que allí se encontraban.
La mañana siguiente a las 8
tocaban diana para el desayuno. Pudimos ver las inacabables colas de personas,
pues toda la Diócesis realizaría las comidas en el patio de Pilas durante esos
días. Después nos precipitamos a Umbrete a escuchar misa, luego a la posterior
catequesis por nuestro Arzobispo D. Juan José Asenjo y a continuación las
reflexiones por grupos.
Despues de la comida tuvimos
tiempo libre, por lo que muchos aprovechamos para ir a la piscina municipal o a
la cercana playa de Matalascañas, o hacer sesteo. De 6 de la tarde a 9 de la
noche tuvieron lugar diferentes talleres. A continuación la cena. Despues realizamos una Vigilia y un Rosario con el Simpecado de la Hermandad Matriz de Almonte. En la Vigilia pudimos ver las reliquias del Beato Juan Pablo II y escuchar sus palabras mediante grabaciones antiguas.
Sin duda las noches fueron las
mejores, puesto que la juventud, también debe disfrutar y aunque algunos
quedaron rendidos por el cansancio, otros muchos tomaron las noches
llenándolas de buen cante, baile y arte,
como no es de otra forma.
La mañana del domingo celebramos
la Misa de Envío, oficiada por nuestro Arzobispo D. Juan José Asenjo, el cual al
término de la misa se acercó a nosotros dándonos las gracias por participar en
la JPJ y su bendición.
Después de recoger las
habitaciones y las maletas, volvimos a Sevilla con el espíritu rejuvenecido y
con fuerzas.
Sin duda ha sido una experiencia
inolvidable para todos que estamos deseando volver a vivir, quien sabe si en la
próxima JMJ Cracovia 2016.
N.H.D. Jose María García Vera
Fotografías:
N.H.D. Rafael Romero Martín